La Cosa Nostra es una sociedad secreta criminal siciliana desarrollada originalmente a mediados del siglo XIX en Sicilia, Italia.

Cosa Nostra es como se denomina la organización de la mafia en los Estados Unidos, en donde cada barrio, ciudad o hasta estado es dirigido por una «familia», que está subdividida en rangos desde simples soldato.

 

Al contrario de lo que dice la creencia popular, la Mafia siciliana surgió en realidad durante mediados del Siglo XIX, al mismo tiempo que la aparición de un nuevo Estado Italiano. Italia no llegó a ser un estado soberano hasta este momento, y fue la industrialización y el comercio que trajo este cambio la auténtica fuerza que impulsó el desarrollo de la Mafia siciliana. La Mafia siempre ha sido más fuerte al oeste de la isla, especialmente alrededor de la ciudad de Palermo, su lugar de nacimiento. Palermo era, y todavía es, el centro industrial, comercial y político de la isla de Sicilia, por lo que la Mafia situó su base aquí, en contraposición con el medio rural, que se encontraba subdesarrollado en términos económicos. La mayor fuente de exportaciones, así como de riqueza de la isla desde la cual brotó la Mafia, eran las grandes fincas de naranjales y limoneros que se extendían desde los mismos muros de la ciudad de Palermo.

Pasando por capos y consiglieri hasta llegar al más alto estatus dentro de la familia.

La Cosa Nostra se encargaba al principio de la protección de dichas fincas. Los dueños de estas necesitaban a la Mafia por su protección, y la Mafia necesitaba a los contactos políticos de estos para poder operar libremente. De hecho, según algunas fuentes, los miembros de la aristocracia gobernante eran también miembros de la 'Secta' (el nombre con el que se conocía a la Mafia en el Siglo XIX), ente ellos, el Baron Turrisi Colonna, que escribió el primer relato sobre la organización criminal de Sicilia de 1864.

 

Durante el Fascismo en Italia, Cesare Mori, prefecto de Palermo, usó los poderes especiales que le fueron otorgados para procesar a la Mafia, forzando a muchos mafiosos a huir al extranjero o arriesgarse a ser encarcelados. Muchos huyeron a los Estados Unidos, entre ellos Joseph Bonanno, alias Joe Bananas, que llegaría a dominar la rama americana de la Mafia.

Los EE.UU. se aprovecharon cínicamente de las circunstancias y usaron las conexiones italianas de los mafiosos americanos durante la invasión de Sicilia e Italia de 1943. Lucky Luciano y otros miembros de la Mafia, que habían sido encarcelados durante su estancia en EE.UU., de repente se volvieron unos valiosos patriotas y la inteligencia militar americana usó las influencias de Luciano para facilitar el avance de las tropas estadounidenses.

 

Otro supuesto beneficio adicional (desde la perspectiva americana), era que muchos de los mafiosos italianos y sicilianos eran anti-comunistas, ya que la Mafia no podía permitirse otra forma de organización social en el corazón de Sicilia, teniendo el monopolio del poder y la violencia en la isla. Fueron, por tanto, vistos como valiosos aliados por los anti-comunistas americanos, que supuestamente los usaron para erradicar cualquier rastro de socialismo y comunismo de la industria naval americana, los movimientos de resistencia durante la guerra, y, tras esta, en muchos de los gobiernos regionales y locales en los que la Mafia tenía influencia.

La principal división entre la Mafia siciliana hoy en día, es entre aquellos jefes que han sido condenados o están en la cárcel, principalmente Salvatore 'Toto' Riina y Leoluca Bagarella, el capo di tutti capi desde 1993 hasta 1995, y aquellos como Bernardo Provenzano, quien ha sido recientemente capturado aunque no ha sido aun procesado ni condenado. Los jefes encarcelados están sujetos a un fuerte control en sus contactos con el mundo exterior, limitando su capacidad para dirigir operaciones desde la cárcel, bajo la ley italiana 41 bis. Antonio Giuffrè, un confidente cercano a Provenzano, sostiene que en 1993, Cosa Nostra tenía contacto directo con representantes de Silvio Berlusconi mientras creaba su nuevo partido Forza Italia. El trato al que dice que habían llegado era revocar la 41 bis, y otras leyes anti-Mafia, a cambio de las ayudas electorales en Sicilia. Pero mientras Forza Italia mantiene 61 escaños en el Parlamento, nadie sugiere una conexión directa entre Berlusconi y Cosa Nostra.